domingo, 12 de noviembre de 2017

ELENA TRINIDAD GÓMEZ

Elena Trinidad Gómez
(Cartagena, 1997) 


Ha participado en la antología de jóvenes poetas de Cartagena Siete menos veinticinco publicada gracias a la asociación Diván. Ha colaborado en el primer número de la revista cultural El vuelo del flamenco y fue una de las elegidas para el taller de escritura promovido por Premio Mandarache. Colaboró en La Mar de Letras de 2017 en el recital en honor a la cantautora Violeta Parra.



¿De qué le salva la poesía?
Sin duda de lo superficial y de la monotonía que envuelve a la vida real.

¿Un verso para repetirse siempre?

Que no alcanzamos sino sombras
es algo que comprendí del desencanto.


Lo leí hace poco en El Desencanto de José Manuel Díez y me impactó por la profundidad filosófica que tenía el poema y también por el momento personal que estaba pasando, me sentí muy identificada.

¿Qué libro debe estar en todas las bibliotecas?
Rayuela de Cortázar.


Amor, muerte, tiempo, vida…, ¿cuál es el gran tema?
Para mí es la vida, ya que engloba el resto de circunstancias.

¿Qué verso de otro querría haber escrito?
Las zarpas de abrazar, con qué cuidado,
o de impetrar afecto, o daño, a quien lo doma.

¿Escribir, leer o vivir?
Leer antes que escribir, sin duda.  Y ante todo vivir, vivir para experimentar, aunque es una pegunta difícil ya que leer es un modo de vivencia muy ligada a nosotros.

¿Dónde están las musas?
Muchas veces en uno mismo, luego hay personas que llegan y te marcan sea de forma positiva o negativa. Normalmente la ausencia es mi mayor fuente de inspiración, el temor a perder a alguien y saber que no va a volver, y el dolor tras la marcha.

¿Qué no puede ser poesía?
Este movimiento que está surgiendo ahora de palabrería fácil entre los más jóvenes, de usar metáforas o lugares comunes sin tener en cuenta la necesidad de cuidar el verso. Se está viendo mucho por las redes sociales y parece ser que se ha instalado muy bien entre gente de mi edad que no se había acercado nunca antes a la poesía o a la literatura en general. Tenía la esperanza de que, sabiendo que en algunos de ellos eran nombrados Neruda, Bukowski o Aleixandre, por ejemplo, encaminara esto a un acercamiento a la poesía de verdad, pero  por lo que he podido comprobar parece ser que no.

¿Cuál es el último poemario que ha leído?
Estudio del enigma de José Manuel Díez.

Si todos leyéramos versos, el mundo…
Para empezar sería más sensible y observador, la poesía es un acto de observación importante.

Tres autores para vencerlo todo.
Hay muchos y soy muy joven,  pero Jaime Gil de Biedma, Antonio Gamoneda y Luis Llorente me llegaron en los momentos adecuados.

¿Papel y lápiz, teclado o smartphone?
Soy bastante clásica y siempre escribo de primeras con papel y  boli, después, lo reescribo en el ordenador y ahí es donde modifico algo si lo veo necesario. El móvil lo uso sólo cuando se me ocurre algo en un momento puntual y tengo que escribirlo para que no se me olvide.



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