Luis Sánchez Martín
Cartagena, 1978
Estudió Empresariales
en la Universidad Politécnica de Cartagena y ejerce como contable desde hace
más de diez años. Además dirige el sello Boria Ediciones desde 2016. Ha publicado el libro de relatos 'Sin anestesia' (Ediciones
Hades, 2014) y la novela 'Bebop Café' (Boria Ediciones, 2016). Ha sido
finalista de varios certámenes de relato y poesía, a destacar el III Concurso
de Relatos Contra la Violencia Machista organizado por el Ayuntamiento de
Terrasa (2015), el V Certamen de Relatos Pablo de Olavide (2016), el I
Certamen de Poesía La Montaña Mágica (2017 y 2018). Sus relatos y poemas han aparecido
en publicaciones en papel y digitales como Manifiesto Azul, Carne Para el
Perro, Culturamas, El Coloquio de los Perros, Hankover o el diario La Verdad de
Murcia.
¿De qué le salva la poesía?
De la
realidad. No la soporto, cada vez paso más tiempo en mi mundo.
¿Un verso para repetirse siempre?
'Imaginar
una lámpara hasta encenderla', de Juarroz. Lo descubrí porque Abel Santos lo
cita en su libro 'Las lágrimas de Chet Baker caen a piscinas doradas', y digo
esto porque en dicha obra hay un poema titulado 'Blues del diablo azul' que
nunca me cansaré de leer. Perdón por desviarme de la pregunta, pero ha visto
cierta relación entre un verso para repetirse siempre y un poema para leer cada
día. Y me gustaría que quien no lo haya leído, lo haga.
¿Qué libro debe estar en todas las
bibliotecas?
El lobo
estepario.
Amor, muerte, tiempo, vida…, ¿cuál es el
gran tema?
La verdad es
que el amor no me interesa mucho. Muerte, tiempo y vida sí, y además me cuesta
separarlos. Creo que al penetrar en cualquiera de ellos, estamos también en los
otros dos, y es una terna que me gusta mucho abordar en mis escritos y encontrar
en lo que leo.
¿Qué verso de otro querría haber escrito?
'La gente
parece flores al fin', de Bukowski. De hecho se lo he tomado prestado para un
poema, no he podido resistirme. No sólo el verso está en el poema, sino que
este se titula también así.
¿Escribir, leer o vivir?
Escribir,
leer, escuchar música, ver cine, museos... Como he dicho al principio, de un
tiempo a esta parte trato de evadir la realidad en la medida de lo posible, y
casi te diría que interpreto un papel al ir a trabajar o hacer la compra. Supongo
que terminaré volviéndome loco, pero creo que aún falta mucho para eso, así que
procuro no pensar en ello. Lo cierto es que vivo muy feliz dentro de un
paréntesis, cada vez más amplio, de ficciones propias y ajenas que me voy
creando cada día.
¿Dónde están las musas?
En todas
partes. En mi caso, al menos, es pisar la calle y encontrar una historia que
pide ser contada (o denunciada, porque insisto, cada vez estoy más harto de
todo). Sin buscarla, sencillamente aparece. Y con la tecnología ya ni hace
falta moverse, lo tenemos todo a tan sólo un 'click' de distancia.
¿Qué no puede ser poesía?
Lo forzado,
lo buscado. La poesía tiene que salir de una explosión, de una necesidad de
abrirse y sangrar.
¿Cuál es el último poemario que ha leído?
'Desertores',
de Pablo Vizcaíno Guillén.
Si todos leyéramos versos, el mundo…
No tendría
fronteras, y por tanto no habría miedo, y por tanto no existiría el odio y, en
fin, una suerte de efecto mariposa que creo que nunca ocurrirá porque hay quien
no quiere que ocurra.
Tres autores para vencerlo todo.
Bukowski,
Manuel Vilas y Abel Santos. Y Saúl Lozano (acaba de empezar, dale tiempo, ya
verás la que lía).
¿Papel y lápiz, teclado o smartphone?
A pesar de
lo vintage ¿se escribe así? que soy para todo, desde la manera de vestir hasta
el hecho de que sigo comprando vinilos y no tengo (ni quiero tener) libro
electrónico, admito que siempre he escrito directamente sobre el teclado
(máquina en mi infancia, ordenador ahora). Ya sé que es muy romántico y queda
muy bien eso de escribir a mano, pero a mí me cuesta mucho. Si acaso tomo
alguna nota o idea o verso suelto que pasa fugazmente por mi cabeza para que no
se pierda en el olvido. Y eso si estoy en casa o en el trabajo porque, de nuevo
rompo el canon, no suelo llevar papel y lápiz encima (en alguna ocasión en llegado
a mandarme un sms a mí mismo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario