miércoles, 21 de marzo de 2018

LUIS SÁNCHEZ MARTÍN

Luis Sánchez Martín 
Cartagena, 1978


Estudió Empresariales en la Universidad Politécnica de Cartagena y ejerce como contable desde hace más de diez años. Además dirige el sello Boria Ediciones desde 2016. Ha publicado el libro de relatos 'Sin anestesia' (Ediciones Hades, 2014) y la novela 'Bebop Café' (Boria Ediciones, 2016). Ha sido finalista de varios certámenes de relato y poesía, a destacar el III Concurso de Relatos Contra la Violencia Machista organizado por el Ayuntamiento de Terrasa (2015), el V Certamen de Relatos Pablo de Olavide (2016), el I Certamen de Poesía La Montaña Mágica (2017 y 2018). Sus relatos y poemas han aparecido en publicaciones en papel y digitales como Manifiesto Azul, Carne Para el Perro, Culturamas, El Coloquio de los Perros, Hankover o el diario La Verdad de Murcia.


¿De qué le salva la poesía?
De la realidad. No la soporto, cada vez paso más tiempo en mi mundo.

¿Un verso para repetirse siempre?
'Imaginar una lámpara hasta encenderla', de Juarroz. Lo descubrí porque Abel Santos lo cita en su libro 'Las lágrimas de Chet Baker caen a piscinas doradas', y digo esto porque en dicha obra hay un poema titulado 'Blues del diablo azul' que nunca me cansaré de leer. Perdón por desviarme de la pregunta, pero ha visto cierta relación entre un verso para repetirse siempre y un poema para leer cada día. Y me gustaría que quien no lo haya leído, lo haga.

¿Qué libro debe estar en todas las bibliotecas?
El lobo estepario.

Amor, muerte, tiempo, vida…, ¿cuál es el gran tema?
La verdad es que el amor no me interesa mucho. Muerte, tiempo y vida sí, y además me cuesta separarlos. Creo que al penetrar en cualquiera de ellos, estamos también en los otros dos, y es una terna que me gusta mucho abordar en mis escritos y encontrar en lo que leo.

¿Qué verso de otro querría haber escrito?
'La gente parece flores al fin', de Bukowski. De hecho se lo he tomado prestado para un poema, no he podido resistirme. No sólo el verso está en el poema, sino que este se titula también así.

¿Escribir, leer o vivir?
Escribir, leer, escuchar música, ver cine, museos... Como he dicho al principio, de un tiempo a esta parte trato de evadir la realidad en la medida de lo posible, y casi te diría que interpreto un papel al ir a trabajar o hacer la compra. Supongo que terminaré volviéndome loco, pero creo que aún falta mucho para eso, así que procuro no pensar en ello. Lo cierto es que vivo muy feliz dentro de un paréntesis, cada vez más amplio, de ficciones propias y ajenas que me voy creando cada día.

¿Dónde están las musas?
En todas partes. En mi caso, al menos, es pisar la calle y encontrar una historia que pide ser contada (o denunciada, porque insisto, cada vez estoy más harto de todo). Sin buscarla, sencillamente aparece. Y con la tecnología ya ni hace falta moverse, lo tenemos todo a tan sólo un 'click' de distancia.

¿Qué no puede ser poesía?
Lo forzado, lo buscado. La poesía tiene que salir de una explosión, de una necesidad de abrirse y sangrar.

¿Cuál es el último poemario que ha leído?
'Desertores', de Pablo Vizcaíno Guillén.

Si todos leyéramos versos, el mundo…
No tendría fronteras, y por tanto no habría miedo, y por tanto no existiría el odio y, en fin, una suerte de efecto mariposa que creo que nunca ocurrirá porque hay quien no quiere que ocurra.

Tres autores para vencerlo todo.
Bukowski, Manuel Vilas y Abel Santos. Y Saúl Lozano (acaba de empezar, dale tiempo, ya verás la que lía).

¿Papel y lápiz, teclado o smartphone?
A pesar de lo vintage ¿se escribe así? que soy para todo, desde la manera de vestir hasta el hecho de que sigo comprando vinilos y no tengo (ni quiero tener) libro electrónico, admito que siempre he escrito directamente sobre el teclado (máquina en mi infancia, ordenador ahora). Ya sé que es muy romántico y queda muy bien eso de escribir a mano, pero a mí me cuesta mucho. Si acaso tomo alguna nota o idea o verso suelto que pasa fugazmente por mi cabeza para que no se pierda en el olvido. Y eso si estoy en casa o en el trabajo porque, de nuevo rompo el canon, no suelo llevar papel y lápiz encima (en alguna ocasión en llegado a mandarme un sms a mí mismo).


No hay comentarios:

Publicar un comentario