Julián Portillo
Olivenza, 1984
Foto: Carmelo Vera |
Ha ofrecido charlas y talleres
sobre poesía y escritura creativa en ferias, centros educativos y facultades. Ha obtenido los premios Manuel Pacheco (2006) y
San Isidoro de Sevilla (2011), ambos en la modalidad de poesía. Durante el año 2012 mantiene el
blog “Aullido” para la edición
digital del diario HOY de
Extremadura.
Es autor de las plaquettes “Los portales del alma” (2006) y “Literatura subterránea” (2008)
editadas para los encuentros literarios del Gran Café Victoria (Badajoz), y del
poemario “Ligero como una tumba”
(Cuadern@ Maestr@, 2014) y “Resistencia al fuego” (Zoográfico Ediciones).
¿De qué le salva la poesía?
De nada. La
poesía no salva de nada. Aunque es conveniente para mí creer que lo hace, como
esos tíos que creen en Dios o en la política, yo creo en la poesía porque
funciona como uno de esos falsos mitos que, en cierta medida, ayudan a
sobrellevar el peso de la vida.
¿Un verso para repetirse siempre?
“Sé todo en
cada cosa. Pon cuanto eres en lo mínimo que hagas.” Aunque estos, en realidad,
son un par.
¿Qué libro debe estar en todas las
bibliotecas?
Hay tantos…
se han escrito tantos libros imprescindibles que citar tan solo uno sería por
mi parte un reduccionismo imperdonable.
Amor, muerte, tiempo, vida…, ¿cuál es el
gran tema?
Sobre esto
han corrido ríos de tinta y dudo que yo sea quien pueda responder a la cuestión
de una forma taxativa. Lo que puedo decir al respectos es que, más que como grandes temas, a mí me gusta
considerarlos temas recurrentes. Es difícil esquivarlos. Salvo raras y
estupendas originalidades todos los que nos hemos atrevido a escribir -o, peor aún, a publicar-
los hemos abordado de forma más o menos errada. De lo que estoy seguro es que todos
tienen un denominador común, el sufrimiento. A fin de cuentas uno escribe
porque sufre, y este es, ciertamente, tanto en literatura como en la vida, el
único tema ineludible.
¿Qué verso de otro querría haber escrito?
“Qué haces
mirando la lluvia/ si no llueve”. De Iribarren, por ejemplo.
¿Escribir, leer o vivir?
Vivir, vivir
sin duda. Leer por puro gusto y escribir solo cuando sea estrictamente
necesario. Nunca antes.
¿Dónde están las musas?
Follando con
otros, imagino.
¿Qué no puede ser poesía?
No creo que
yo, ni nadie, tenga autoridad suficiente como para responder a esto. Concibo la
poesía en términos puramente subjetivos así que, si lees algo, por muy bueno
que digan los eruditos que es y te deja completamente indiferente... en fin,
que si no consigue emocionarte no es poesía.
¿Cuál es el último poemario que ha leído?
“Una mala
vida la tiene cualquiera”. De Javier Salvago.
Si todos leyéramos versos, el mundo…
Si todos
leyéramos versos el mundo sería un lugar insoportable.
Tres autores para vencerlo todo.
Otro
reduccionismo, pero, vamos allá... así a bote pronto se me ocurren Pessoa, De
Ory y Blake. No sé si para vencerlo todo, pero al menos sí para vencer el
tiempo que, a fin de cuentas, vienen siendo lo mismo.
¿Papel y lápiz, teclado o smartphone?
Normalmente uso el teclado, pero, cuando en diversas
circunstancias me he visto privado de su uso, he recurrido al lápiz y al papel,
y la experiencia no es muy distinta. Como construir entre tú y el mundo, en
ocasiones un puente, o en otras un muro, de palabras.
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